Todos hemos pensado alguna vez que nuestra factura de la luz no hace nada más que engordar y engordar. Cada vez aparecen nuevos impuestos y peajes que encarecen nuestras facturas eléctricas, y le hacen a uno pensar:
- ¿y si me desconecto de la red?
- ¿cómo puedo hacerlo?
- ¿será suficiente?
- He oído que han sacado un impuesto al sol ¿si pongo placas me tocará pagar de todas formas?
En este artículo intentaré responder a estas y otras preguntas similares...
Hoy en día disponemos en nuestras manos de la tecnología fotovoltaica (dejamos para otra ocasión las tecnologías minieólica y minihidráulica), la cual es accesible y económica, así que:
¡¡DESCONÉCTATE!!
¡Nadie puede obligarte a comprar nada que no quieras! Ni te pueden obligar a pagar por la luz que nos llega del sol, ni el viento que sopla en tu casa. Pueden poner normas para que instalar estas tecnologías se haga con seguridad y no dañe ni al medio ambiente, ni a las personas, pero nada más.
¡¡HAZLO!!
Es algo muy sencillo. No obstante deberías estar bien asesorado, ya que se necesita dimensionar adecuadamente el sistema de generación eléctrica a tu necesidad energética actual y futura. El sistema solar fotovoltaico en sí es algo muy sencillo, y actualmente está ya muy probado. Consiste en unos módulos solares (que transforman la energía recibida del sol en electricidad), unas baterías (que acumulan energía para los momentos sin sol o de mayor demanda) y un regulador/ cargador/ inversor, que es el "cerebro" del sistema. Se encarga de dar una tensión de salida de paneles homogénea, cargar las baterías cuando sobra energía y adecuar la salida necesaria para el consumo para nuestros aparatos domésticos.
¿Cuál es mi consumo?
Esto es algo complicado de decir, porque las situaciones cambian mucho en nuestros hogares, tanto estacionalmente como a lo largo del tiempo. Aunque se puede intentar adaptar los consumos eléctricos a la producción solar, mediante sistemas de encendido automático de electrodomésticos (por ejemplo, poner la lavadora y el lavaplatos cuando hace viento y están los molinos en marcha) y uso de agua caliente cuando los depósitos solares están cargados; sigue habiendo momentos en que se necesita luz y electricidad cuando no se está produciendo energía.
En la siguiente tabla se muestran unos datos estimados de consumo para una vivienda unifamiliar en España (consumo medio anual sin contar la energía de calefacción/refrigeración, ni de fuegos de cocina, los cuales de momento deben satisfacerse por otros medios, y con buenas prácticas en la utilización de la energía):
A raíz de esto, se pueden estimar los consumos medios diarios hora a hora. Los cuales nos dirán lo que debemos producir. En la siguiente gráfica, el área degradada azul muestra el consumo que hemos estimado anteriormente a lo largo del día.
¿Qué energía produciría?
Si al consumo estimado, le solapamos las curvas de radiación solar (véase curvas de colores en la gráfica siguiente), se observa claramente como una gran parte de la energía producida sería desaprovechada de no existir algún sistema de almacenamiento, mientras que buena parte del día (en concreto la noche) no se podría llevar una vida normal, porque no se produciría energía.
¿Es posible ser energéticamente autosuficiente?
La respuesta es sí, pero para la mayoría de nosotros, económicamente esto no es posible, ya que la inversión que hay que realizar no se consigue amortizar tan pronto como nos gustaría. Dado que el precio de la
energía de la red (la que proporcionan las eléctricas) sigue siendo más económica para todos aquellos privilegiados que disponemos de ella en la puerta de nuestra casa. Si evitamos las baterías mediante el apoyo en la red, los números salen brillantes, dado que las baterías siguen siendo la parte más cara de la instalación.
Como he comentado, si opto por el autoconsumo (cosa que espero hacer un día) debo dimensionar mi sistema en función de las necesidades actuales y futuras, teniendo en cuenta el coste de los equipos para no sobredimensionarlos, ni quedarme corto. Por ejemplo, para la vivienda descrita, con 1.2 kWp de módulos solares fotovoltaicos y 13 kWh de potencia en baterías, seguiremos dependiendo de un pequeño aporte exterior de energía, bien sea mediante un grupo electrógeno diésel (con un gasto adicional en combustible) o bien de la red eléctrica nacional (más económica pero posiblemente con un sobrecoste en la factura. Las gráficas adjuntas muestran esta dependencia de la red/grupo diésel. Por ejemplo para una vivienda aislada de la red con grupo electrógeno, ¡¡sale un periodo de retorno inferior a 7 años!!!
¿Qué tendré que pagar al estado?
Depende, de la opción elegida:
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Autoconsumo: está todavía en vías de desarrollo el Real Decreto (véase las siguientes noticias de este blog:
artículo,
artículo y
artículo)
que fijará las primas a pagar, entre ellas, habrá una que grabará la disponibilidad de la red. Esto variará para los tipos de autoconsumo que quieran admitir:
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Conexión Directa: consumir lo generado y disipar el excedente.
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Balance Neto: consumir lo que genere directamente y tener apoyo de la red, a la que volcar lo sobrante o coger lo que falte,
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Vertido Programado: acumular en baterías y verter a la red cuando esta lo demande.
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Aislado: con baterías y grupo electrógeno diésel (esta es al mejor opción). Con esta opción no se debe pagar al estado nada más que los impuestos por la compra de los equipos.
Las cuentas de los sistemas de producción renovable (solar fotovoltaica o minieólica) empiezan a salir. El precio de su adquisición se ha reducido mucho, dado la gran implantación que se está consiguiendo en grandes plantas, que están haciendo reducir los costes de fabricación. Pero de momento, esto no es suficiente, porque sigue existiendo un coste prohibitivo en los sistemas de almacenamiento que hace inviable el salirse de la red eléctrica. ¿Quizá con las baterías Tesla y la revolución que parecen anunciar?
Si quieres saber cómo podrías desconectarte de la red eléctrica, o si quieres realizar una inversión para el futuro, puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos.